http://opinionsurdigital.blogspot.com/2016/01/orlando-dice-las-formulas-que-no-acaban.html
Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
EL
NIVEL, EL NIVEL.- Los plazos son los plazos, y todos deberán cumplirse
indefectiblemente. Habrá elecciones el 15 de mayo y cada partido o grupo
de partidos deberán conformar boletas a tres niveles: presidencial,
congresual y municipal.
Sin embargo, el árbol del PLD y su desenlace,
que será final, pero que sus oponentes apuestan a que sea fatal, hace
olvidar que el atraso incumbe a todos. Que hay penumbra y no luz en el
bosque entero, y que se teme que las pruebas pendientes no puedan
superarse con éxito. Claro, queda recordar que el dominicano siempre
deja todo para el último día, o dudar de que partidos integrados por
esos mismos dominicanos puedan actuar de manera diferente. El PLD fue
desbordado por los acontecimientos, pero no vale en su caso, como
tampoco de sus adversarios, que el mal de muchos sea consuelo. El
refrán, incluso, lo tipifica como conducta de tontos. Las situaciones a
resolver entre peledeístas pasan de cien, pero conviene averiguar, pues
cantidad no significa gravedad. El derecho de un aspirante a regidor
debe ser preservado como el propio de un senador, diputado o alcalde,
pero un regidor nunca pasará de ser un regidor, y por igual un distrito
municipal...
INSTANCIA
A MANO.- Los peledeístas creen que sus problemas son muchos, pero todos
pequeños, o que el reglamento electoral resulta más que suficiente para
resolver cualquier dificultad. No es verdad, sin embargo, puesto que
hasta ahora el ánimo es más decisivo que la letra, y nadie se acoge el
espíritu de esa ley interna. Entonces, de seguirse el camino
institucional, las opciones son claras. En unos casos se conciliará, en
otros se corregirá, y algunos, no todos, llegarán al Tribunal Superior
Electoral. El TSE parece distante y grave, y siendo sinceros, no. O
podría decirse de otra manera. Los peledeístas conocen sus entrañas, y
aunque se le considera una extensión del PLD, o de uno de sus grupos,
hasta ahora no hay queja de la justicia impartida. Es decir, que como
árbitro peledeísta funciona de maravillas. La experiencia de la elección
del Comité Central, o la corrección del otorgamiento caprichoso de la
cuota femenina, es un excelente botón de muestra. Y si hiciera falta,
también la preservación del derecho a recurrir a su instancia, el cual
quiso ser desconocido en el acuerdo de los 15 puntos...
CASI
AL DOBLAR.- No hay que doblar antes de llegar a la esquina, pero en el
caso del PLD la esquina está cerca, y asechanzas no hay, ya que todas
fueron puestas en escena en las primarias. Ahora ¿qué decir de las
fórmulas que no acaban de arrancar? Se piensa en Luis Abinader y el PRM o
La (olvidada) Convergencia. Pero igual debe considerarse a las opciones
pequeñas. Tienen candidatos a la presidencia de la República, pero ¿a
quiénes llevarán como segundo de abordo? E igual como llenarán las
boletas congresual y municipal. Se conoce un nombre, u otro, pero
debiera saberse de muchos, pues nada más que preguntarse cuántos
senadores, diputados, alcaldes, regidores y distritos municipales hacen
falta. En relación con la Junta Central Electoral las firmas puede ser
válidas, pero para conformar las casillas no. Se necesitarán personas de
carne y hueso que los votantes puedan ver y tocar, y hay candidatos
alternativos o grupos emergentes que no cubren el territorio nacional o
la nómina de postulantes a las plazas disponibles...
“LO
BUENO...”.- La candidatura vicepresidencial es otra de las tareas
pendientes, y se intriga en el caso del PLD y Danilo Medina, pues esa
decisión corresponde al candidato, y se cree que las relaciones entre el
presidente-candidato y Leonel Fernández puedan deteriorarse tanto que
apee del carro del triunfo a su esposa Margarita Cedeño. Aquí se dicen
muchas cosas que nunca se comprueban. Por ejemplo ¿Fue la candidatura de
Cedeño producto de una negociación entre Medina y Fernández? No sé
cuánto puedan amarse como compañeros de cama, pero Cedeño de Fernández
siempre tuvo y tiene números propios, sin tener que tomar prestado a su
consorte. Su capital político pudo originarse en sus días o condición de
primera dama, pero siempre fue por gestión propia, e incluso, en
ocasiones, las encuestas la colocaron por encima de su querido marido.
Medina no decide todavía, pero ese no sería su principal problema, pues
si acaso, ahora que anda en reelección, le vendría como anillo al dedo
la vieja consigna de que “lo bueno no se cambia”...