Benny Rodríguez/Tomado de La Lupa del Sur
Barahona.- Julio Paredes, de 27 años, se levantó bien temprano la
madrugada de este martes para irse a trabajar a la mina de Larimar,
ubicada en la comunidad costera de Bahoruco, pero nunca pensó que sería
su último día de trabajo.
Justo a las 8:50 P.M., luego de una jornada agotadora, de al menos 16
horas cuando retornaba a su casa, en el sector de Casandra, el motor que
conducía, un Suzuki AX-100, de color azul, fue impactado por otro,
próximo a INESPRE, en el barrio Enriquillo, que le arrancó la vida.
Paredes, fue llevado de urgencia por personas que se detuvieron al
observar el accidente, pero a otros los atrajo el fuerte impacto,
producto de la colisión entre los dos motores, pero este llegó
agonizando a la emergencia, por lo que murió cuando los médicos y el
personal de enfermería trataban de salvarle la vida. Dejó una niña de 6
años huérfana y una esposa viuda.
Las otras dos personas que se desplazaban en la otra motocicleta:
Emmanuel Florián, de 20 años y Eddy Manuel Ferreras Féliz, de 22,
residentes en el barrio Balaguer y Jarro Sucio, de Villa Central,
resultaron con heridas de consideración, por lo que fueron atendidos en
la emergencia del hospital Regional Universitario Jaime Mota.
Decenas de personas, familiares y amigos, incluyendo su progenitora, se
presentaron al hospital a indagar su estado de salud, pero irrumpieron
en llantos cuando se enteraron que el minero había fallecido como
consecuencia de los golpes que recibió en el accidente.
Una unidad de la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional, al
mando del coronel Rivas, el capitán José David Castro Gómez, encargado
de la Autoridad Metropolita del Transporte (Amet), también se
presentaron al centro de salud a indagar sobre la lamentable situación
que ha llevado luto, llanto y dolor a una familia humilde por la que
trabajaba Paredes.