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Los incendios forestales no son fortuitos: obedecen a un plan
Por: Lic. Jorge A. Abreu Eusebio.
Hemos observado lleno de ira y
de impotencia como nuestros sistemas montañosos arden, frente a la
mirada indiferente de los entes y organismos que deben velar por la
protección de esos ecosistemas. Sólo pronunciamientos que nada más se
quedan en farándula; pero, nada de consecuencias para quienes están
perpetrando ese horrendo crimen en contra de la conservación de la vida
con esas acciones terroristas y muy por el contrario, atropellando a
quienes han defendido ese patrimonio nacional y han tratado de colaborar
en la extinción de esos voraces incendios, como ha ocurrido en Loma
Miranda, de una manera burda y grotesca.
En toda la geografía nacional,
incendios por doquier y nadie sabe quién, cuándo y cómo ocurren; pero,
al ver la magnitud de los mismos, cómo se comportan en su voraz avance y
en la forma cómo evolucionan los mismos, vemos que en ellos hay una
actuación criminal en contra de la nación dominicana, que no es fortuita
y detrás de los mismos hay actores que los financian o los patrocinan.
Esos patrones de fuego son calculados por elementos que conocen de ese
oficio. Aquí está actuando la naturaleza criminal dirigida por el
hombre. No son producidos por fumadores, hacedores de carbón ni por
causa de fogones. No somos locos.
Vimos en la Loma del Curro
varios frentes de incendios, que si se les hubiese dejado avanzar, se
quemaría toda, arrasando con todas las especies habidas y por haber y
dejando sin vegetación la corteza terrestre y concomitantemente,
extinguiendo los afluentes de aguas naturales que existen en la misma.
Ese mismo día que se avistaron
los incendios en la Loma del Curro, dos alarmas de incendios forestales
casi simultáneos: Uno en Polo y el otro en Playa Azul; y, nada de
consecuencias. ¿Fortuitos?; ¿Frutos del azar?
Y nos preguntamos medios
incrédulos e idiotizados: ¿Y dónde están los servicios de inteligencia
de las instituciones que les corresponde la seguridad nacional, que sólo
actúan en determinadas circunstancias y en lo que les conviene o para
joder a alguien o en función de los intereses poderosos?; ¿Dónde está la
inteligencia y contra inteligencia?; ¿Dónde están los helicópteros y
aviones que pudieren estar patrullando y vigilando las zonas montañosas
para actuar con un plan de contingencia estratégico y planificado con
los organismos armados?; ¿Qué partidas y recursos se han asignado para
hacerle frente a este macabro plan y neutralizarlo?.
¡No, no hay un sistema de
consecuencias!; ¡todo bien gracias y eso no les quita el sueño!. No les
interesa saber qué pasó en Loma Miranda, principalmente y cómo han de
castigarse los culpables de estos hechos caiga quien caiga. ¿Por qué no
quemar vivos a los autores materiales, intelectuales y actores directos
de estos incendios o sacarlos del país expulsados y confiscarles sus
bienes?; ¿Acaso será un ensayo para luego poner en marcha sus verdaderos
planes?; ¿Quién estará apadrinando, asesorando, entrenando o actuando
directa e indirectamente como cómplices o autores?. Me imagino que nada
de eso se ha investigado con profundidad. No visualizo una verdadera y
contundente respuesta, seria y responsable que ponga a miarse a estos
carajos que se creen intocables, como a las demás manos que pudieren
estar detrás de todo eso.
Por más que digan, la historia
se nutre de hechos y hay que darle el mérito a quien se lo merece y se
lo ha ganado. Cuándo Pedro de Jesús Candelier estuvo al frente de la
Dirección General de Foresta, frente a cualquier humito que surgía en
cualesquiera de nuestras Lomas, ahí estaba él en un helicóptero
sobrevolando y actuando frente a los actores; tomando medidas eficientes
y eficaces, no importa cuan dura era; pero, había que actuar así como
lo hizo y ahora más que nunca. Hoy hay más aviones y ahí siguen estando
los helicópteros. No hay ningún plan de contingencia y todo lo que se
hace para extinguir los fuegos es de tripa a corazón y de manera
rudimentaria. Hay que ver esos hombres y los militares apagando esos
incendios y con qué valor, arrojo y dedicación hacen esas labores, que
son dignas de admiración y respeto. Por lo demás, la misma inercia de
siempre cuando de esto se trata. Gústele a quien no le guste, ésta es la
verdadera realidad y no se que se está esperando para actuar con manos
duras. ¡¡Hasta cuándo!! !!Hacia dónde llegaremos!!!