Adiós al Centralismo Democrático y Algo Más
Por Bienvenido Heredia Batista
“El momento de la victoria es a
menudo el momento de mayor peligro. En el ardor de la victoria, la
arrogancia y el exceso de confianza pueden empujarle a uno más allá de
la meta que se había marcado, y al ir demasiado lejos, se crean más
enemigos que los que se derrotan. No hay que permitir que el éxito se le
suba a uno a la cabeza. No existen sustitutos para la estrategia y la
planificación cuidadosa. Debemos marcarnos una meta, y cuando la
alcancemos, detenernos”. Las 48 Leyes del Poder, pág. 493.
Por Bienvenido Heredia Batista
Desde el domingo 19 de abril
pasado, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) atraviesa por una
situación interna, la cual ha puesto en cuestionamiento la regia
disciplina que durante más de cuarenta y dos años lo mantuvo como el
partido más organizado de República Dominicana, y modelo para el sistema
de partidos en América Latina.
Ese día, la mayoría del Comité
Político (CP) de dicho partido, aprobó introducir en la Asamblea
Nacional, un proyecto de modificación a la Constitución Dominicana,
planteando la figura de la reelección continua por dos período
consecutivos. Decisión que se tomó tomando como base la alta popularidad
que tiene el presidente de la República, Danilo Medina, en el seno de
la población dominicana.
Previo a esa reunión, se habían
manifestado opiniones contrarias a que ese tema se llevara al seno del
Comité Político peledeista y, de llevarse, que dicha propuesta fuese
rechazada. Los que así opinaron, especialmente legisladores del partido,
manifestaron que no apoyarían jamás una decisión que viniera a
introducir cambios en una constitución que apenas lleva 5 años de haber
sido modificada.
Alegaron incluso, que esa era y es una posición de
principios. Se aprobó introducir a la Asamblea Nacional el proyecto en
cuestión, y esos legisladores (todos seguidores del ex presidente de la
República y presidente del PLD, Leonel Fernández) mantienen su postura
de no votar a favor de la reforma para el “dos períodos y nunca más”.
Resulta risible, que algunos de
esos legisladores aleguen que son antirreleccionistas por principio, ya
que la mayoría de ellos lleva varios períodos repitiendo en sus curules y
además, cuando el doctor Leonel Fernández se reeligió en el 2008, ellos
estuvieron en primera fila. Incluso, muchos recogieron firmas y
llenaron carros de folios con unos 2 millones y pico de firmas,
solicitando al entonces presidente que se reeligiera por tercera vez
consecutiva.
Pero si eso es risible, resulta
ridículo que algunos aleguen que se deben a su pueblo, a su comunidad, a
sus electores. ¡Qué amenos! ¿Acaso no es ese pueblo que está apoyando
mayoritariamente que el Presidente Danilo Medina se mantenga en el poder
por cuatro años más? O más simple: ¿Consultan ellos a ese pueblo que
los eligió para utilizar unos recursos que reciben en sus respectivas
cámaras (el supuesto fondo social)? ¿Hacen algo para ayudar a ese, “su
pueblo”, su comunidad, a resolver las necesidades más perentorias que
les agobia?
Obviando por el momento las
razones que tiene esa parte de la matrícula congresual peledeista para
oponerse a la reforma constitucional, lo que sí está claro, es que aquel
principio llamado “Centralismo Democrático” que moldeó la conducta de
los organismos, órganos y miembros del partido de Juan Bosch, está
literalmente roto, fue enviado al zafacón. Porque el Centralismo
Democrático no es más que “la subordinación de la minoría a las
decisiones de la mayoría”. Y, en la reunión del CP el 19 de abril, se
decidió mayoritariamente que se lleve al Congreso la propuesta de
modificar la Constitución para introducir la reelección presidencial por
dos períodos consecutivo “y nunca más”.
Los Estatutos del PLD, en su
Art. 5 dicen que “ El Partido de la Liberación Dominicana sustenta su
funcionamiento orgánico basado en los siguientes principios: Pág. 1.a)
la unidad del Partido es una condición fundamental de su existencia y
quien atente contra ella atenta contra el Partido y será sancionado; y,
el acápite ”d” de dicho Art. expresa: “ todos los miembros deben
observar la disciplina partidaria y la minoría se subordina a la
mayoría”.
Tomando en cuenta la otra excusa
de los “rebelados”, la del consenso, está en cuestionamiento el
supuesto interés por la democracia dominicana expresado en sus
discursos, porque el consenso ha sido norma cuando los temas tratados
por el CP han sido temas de la cotidianidad partidaria, no cuando está
en juego la autoridad de ese organismo, la integridad del PLD y la
posible derrota electoral en las elecciones de mayo del 2016.