A UN AÑO MAYO 2016! ¿Si las elecciones presidenciales fueran hoy por quién usted votaría?, el poder de las encuestas

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LA PREGUNTA ES NECESARIA APLICARLA A UNA MUESTRA DE LA POBLACIÓN ELECTORAL PARA MEDIR TENDENCIAS EN LA POLÍTICA
Todo candidato necesitar manejar cifras y datos sobre cómo está valorada su figura en el electorado.
Coralis Orbe
Santo Domingo/Tomado de Listin Diario
Si las elecciones presidenciales fueran hoy ¿por quién usted votaría?
La
anterior, y otras preguntas, son necesarias para aplicarlas a muestras
de la población electoral a fin de medir tendencias en la política. Todo
candidato necesita manejar cifras y datos sobre cómo está valorada su
figura en el electorado.
Para ello el método más efectivo
son las encuestas. Estas miden las tendencias de preferencias en un
tiempo determinado y pueden servir, si se realizan con esa intención,
para que una organización política determine qué estrategias utilizar
para aumentar su simpatía.
Su resultado es circunstancial.
Depende de lo que suceda en el momento, ya que el panorama de la gente
puede cambiar en una semana, cualquier acontecimiento cambia la imagen
de un candidato, destaca la socióloga Fátima Torres.

Encuestas en RD
En República Dominicana las encuestas se popularizaron a
principios de los años 80, en 1982 para ser más exactos, en tiempos de
la Avanzada Electoral, grupo político que fortaleció la imagen de
Salvador Jorge Blanco, candidato a la presidencia por el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), que en ese entonces se enfrentaba en la
boleta electoral a Joaquín Balaguer y Juan Bosch, representantes de los
partidos Reformista Social Cristiano (PRSC) y Liberación Dominicana
(PLD), respectivamente.
Una
de las firmas encuestadoras que en 1982 presentó sus cifras de
preferencia en el electorado fue la desaparecida Centro de Inversión de
Mercadeo Social (Cedemers), que daba a Jorge Blanco con el mayor
porcentaje ante los otros candidatos, y efectivamente, ganó los
comicios. La misma firma se registra como la primera que realizó una
encuesta electoral en 1974, de acuerdo a datos ofrecidos por el
sociólogo Ramón Tejada Holguín.
Tejada Holguín, quien ha
trabajado en encuestas electorales destaca que, luego de 1982 la
encuesta fue utilizada por un mecanismo no solo para saber sobre la
temperatura política sino además para tener detalles y definir los
públicos que tenían derecho al voto.
Fue una herramienta utilizada
por Balaguer para dirigir anuncios hacia los nuevos votantes y
presentarse como la mejor alternativa.
Y es que la encuesta, a pesar de que mide tendencia de preferencia es una herramienta para hacer análisis políticos.
Importancia de las encuestas
Las encuestas tienen un valor importante dentro de una
demarcación social, pues son el reflejo de la preferencia que tiene sus
habitantes.
“La mejor evidencia de su
importancia es que las grandes firmas aciertan con los resultados”,
señala Tejada Holguín, quien añade que aunque se ha demostrado
resultados certeros en las elecciones hay gente que no cree en las
encuestas ni las acepta.
Pero más allá de ello, el
sociólogo destaca que la gran utilidad de las encuestas es “que el
político sepa por dónde va la simpatía de la gente. Lo que piensa,
cuáles son las formas en que lo percibe sobre su contrario; expectativas
y aspiraciones de los votantes”.
Partiendo de este punto, el
candidato puede definir cómo se va a presentar y hasta dónde está
funcionando su estrategia política para tener más simpatizantes.
Esto no significa, aclara Tejada Holguín, que un buen porcentaje de simpatía ayuda a un candidato a conseguir más adeptos.
El especialista hace la
aclaración tras asegurar que en el país se ha vendido mucho la idea de
que si una encuesta posiciona por encima a un candidato en un momento
determinado, se suman más adeptos a la candidatura.
“Está comprobado, aunque se ha
vendido mucho otra cosa, que las encuestas no suman adeptos. Si fuera
así, en las elecciones pasadas (mayo 2012), no hubiese ganado Danilo
Medina. En un principio de la campaña electoral la diferencia era de 22 a
28 puntos a favor de Hipólito Mejía y eso luego fue cambiando. Si las
encuestas ayudaran a posicionar a un candidato ese fenómeno y cambio no
hubiese ocurrido”, expresa.
Partiendo de la idea de que los
buenos puntos ante otro candidato suma simpatía, muchos aspirantes a
cargo presidencial hacen sus propias encuestas, caen en la manipulación
de datos y creen en lo que quieren creer.
De acuerdo con Tejada Holguín,
cuando un candidato manipula una encuesta a su favor es porque necesita
mantener estimulado a sus seguidores para que no se desanimen.
Una encuesta se puede manipular
hasta en la forma en que se formula pregunta y con ello se puede
estimular a la gente a dar la respuesta que se quiere.
En una encuesta manipulada hay
incongruencias en los datos y resultados; para saber si hubo
manipulación hay que analizar todos los campos que se presentan. Si hay
incoherencia debe haber una razón sociopolítica que lo explique.
“Quien publica algo manipulado y se lo cree fácilmente fracasa”, sostiene el sociólogo.
Los políticos más exitosos
tienen sus encuestadores que le dicen por dónde va su simpatía. Manejan
sus números aunque publiquen otros. “Para mí eso es un grave error,
siempre insisto en que en las encuestas hay que verlas como tendencias,
siempre y cuando sean encuestas reconocidas no las que parecen hechas en
la casa”, dice.
En el caso de los partidos
políticos las encuestas se realizan dependiendo del escenario. Si hay
tendencia a la baja o si se está subiendo
Firmas encestadoras
En el país se realizan un sinnúmero de encuestas electorales.
Algunas firmas están asociadas a medios de comunicación y otras trabajan
independiente y para partidos políticos.
Por lo general algunas encuestas publicadas en los medios se acercan a los resultados finales de las elecciones.
Para la realización de una
encuesta se toma en cuenta el universo de electores que ronda por 7
millones de personas y la probabilidad en que a una persona en
especifico se le encueste es un en millones. Los casos que se toman son
1,200 y el margen de error está por el 2.9%, señala Tejada Holguín.
A parte de la encuesta que se
realizan por entrevistas están las telefónicas, la cual, según Tejada
Holguín, es menos confiable que la de cara a cara.
Aunque, sin duda, un tipo de encuesta confiable son las realizadas a pie de urna.
Una encuesta así, bien hecha da
una visión de los resultados. “Aquí se han querido controlar, lo que me
parece una barbaridad”, señala.
“Es una encuesta confiable. Se
vota de seis a seis, se puede hacer un corte al mediodía, pero nadie que
se respete se atreve decir que la tendencia de las 12 del mediodía es
el resultado de las elecciones, porque el perfil de quien vote en la
tarde puede ser diferente y la gente que vota en la tarde puede definir
los resultados”, sostiene el sociólogo.
Para llevar a cabo esta
encuesta, explica, hay que tener a varias personas en diferentes puntos
el día entero. En cada sector social se selecciona las personas que
tengan el perfil que se necesita.
“Las encuestas son confiables
dependiendo de quien la haga. Y hay firmas pequeñas que son tan buenas
como las grandes”, sostiene.
Tanto Holguín como Torres
coinciden en que realizar una encuesta se necesita muchos recursos. Y
para que sea exitosa se necesita un personal que esté apto para llevarla
a cabo.