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Redacción BBC Mundo
El escritor murió a los 74 años.
Eduardo Galeano, muerto a los 74
años en su Uruguay natal, le tomó el pulso a América Latina y al mundo
en su larga carrera como periodista, escritor y dibujante.
Pero el autor también reflexionó
sobre el amor, la religión y el fútbol de su club, el Nacional de
Montevideo, que tanto le apasionaba.
Lea también: El hombre que “adoraba escuchar historias”
BBC Mundo recupera algunas de las frases más célebres de uno de los intelectuales más reconocidos del mundo hispanoparlante.
SOBRE EL MUNDO
1. El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar…
2. A diferencia de la
solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad
se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni
un poquito las relaciones de poder.
3. Quien no está preso de la
necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de
tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de
perder las cosas que tienen.
4. Este es un mundo que te domestica para que desconfíes del prójimo, para que sea una amenaza y nunca una promesa.
SOBRE AMERICA LATINA
Si la naturaleza fuera banco, ya la habrían salvado”
Eduardo Galeano (1940 – 2015)
Reuters
5. Ahora América es, para el
mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo,
una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa
identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas.
6. Vinieron. Ellos tenían la
Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “Cierren los ojos y
recen”. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros
teníamos la Biblia.
7. Si la naturaleza fuera banco, ya la habrían salvado.
SOBRE EL AMOR
8. No consigo dormir. Tengo una
mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya;
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
9. El amor se puede provocar,
dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el
café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede
impedir. No lo impide el agua bendita, no lo impide el polvo de hostia;
tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo
divino y al conjuro de las brujas.
No hay decreto de gobierno que pueda
con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en
los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
SOBRE SU OBRA
10. Escribo para los amigos que todavía no conozco. Los que conozco ya están hartos de escucharme.
11. No sería capaz de leerlo de
nuevo (su libro Las venas abiertas de América Latina). Caería desmayado.
Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Intentó
ser una obra de economía política, solo que yo no tenía la formación
necesaria. No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que,
para mí, está superada.
12. En realidad, todos
escribimos un solo libro, que va cambiando y se va multiplicando a
medida que la vida vive y el escritor escribe. Para mí, Las venas fue un
puerto de partida, no un puerto de llegada.
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