Ciencia BBC Mundo, @bbc_ciencia/Tomado de BBC Mundo
La Luna se aleja de la Tierra unos 4 centímetros por año.
Seguramente no lo has notado, pero la Luna se está alejando de nosotros.
Hoy, el satélite de la Tierra está 18 veces más lejos que cuando se formó, hace 4.500 millones de años.
Sin la Luna, nuestro planeta
sería irreconocible. Los mares apenas tendrían mareas, los días tendrían
otra duración y nosotros podríamos no estar aquí, según señalan algunos
científicos que consideran que la Luna fue crítica para el inicio de la
vida en nuestro planeta.
¿Pero cómo nos afecta su alejamiento y a qué ritmo ocurre?
Lea: La verdadera influencia de la Luna sobre nosotros
Distancia exacta
Los astronautas del programa Apolo dejaron en el satélite
unidades retroreflectoras repletas de pequeños espejos que permiten
medir la distancia entre la Luna y la Tierra.
La Luna, según le explica a la
BBC la investigadora Margaret Ebunoluwa Aderin-Pocock, del departamento
de Ciencia y Tecnología del University College de Londres, se está
distanciando de la Tierra a razón de 3,78 centímetros por año.
Y gracias a los alunizajes del
programa Apolo de la NASA que tuvieron lugar entre 1969 y 1972 podemos
medir esta distancia con una precisión asombrosa.
En tres de las misiones, los astronautas dejaron en el satélite unidades retrorreflectoras repletas de pequeños espejos.
Desde ese entonces, astrónomos
han estado lanzando rayos láser hacia ellas pera llevar un registro
exacto de en cuánto se está alejando.
Lea: Bolsas de orina, plumas de halcón y otros objetos abandonados en la Luna
Enviamos cerca de 100
cuatrillones de fotones con cada pulso láser. Si tenemos suerte, por
cada pulso que enviamos regresa (a la Tierra) un fotón
Russet McMilllan, del Apache Point Observatory
“Enviamos cerca de 100
cuatrillones de fotones con cada pulso láser. Si tenemos suerte, por
cada pulso que enviamos regresa (a la Tierra) un fotón”, le explica a la
BBC Russet McMilllan, científica del observatorio astronómico Apache
Point Observatory (APO, por sus siglas en inglés) ubicado en la Sierra
del Sacramento, en Nuevo México, Estados Unidos.
Pero aunque a simple vista un
fotón parezca poco, es suficiente para medir la distancia entre la Luna y
la Tierra hasta su último milímetro.
En el momento en que la BBC conversó con McMillan, la distancia exacta era de 393.499km, 257 metros y 798 milímetros.
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¿Por qué?
Sin la Luna, las mareas serían muy leves.
Este alejamiento se debe a que
la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua
que está sobre ella hace que, con el tiempo, la Tierra gire un poco más
lentamente sobre su eje.
Por cada acción hay una reacción igual y contraria. Ésta es la tercera ley de Newton.
La Tierra y la Luna están unidas
por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el
movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.
Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta aceleración lo empuja hacia afuera.
Lea: Descubren el origen de la mancha oscura más grande de la Luna
Efectos
El que la Luna se aleje afecta a
nuestro planeta de varias maneras. Por empezar, a medida que la Tierra
gira más lentamente, los días se tornan más largos.
Ya están volviéndose más largos a razón de dos milisegundos cada cien años.
Por otra parte, los inviernos serán mucho más fríos y los veranos mucho más cálidos.
Esto puede tener un efecto
devastador sobre la Tierra ya que los animales tienden a adaptarse a un
tipo de clima pero no a extremos.
La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo
gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se
ralentiza, se acelera el de la Luna.
Y si la fuerza de gravedad de la Luna se torna más leve, las mareas en la Tierra ya no serán tan marcadas.
No obstante, incluso sin la Luna, existirían las mareas, aunque leves, por el efecto del Sol.
Sin embargo, ninguna de estas
consecuencias debería preocuparnos: los cambios son demasiado sutiles
para que podamos ser testigos de ellos.
La Luna nunca se escapará de la
Tierra. Incluso, si la Tierra continuara ralentizándose, girará a la
misma velocidad a la que orbita la Luna. En dicho momento, la Tierra y
la Luna llegarán a un equilibrio y la Luna dejaría de alejarse.
Pero, mucho antes de que esto
ocurra, el Sol se expandirá hasta convertirse en un gigante rojo y se
tragaría en el proceso a la Tierra y su satélite.
Dicho esto, no hace falta preocuparnos, aún faltan cerca de cinco mil millones de años para esta eventualidad.
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