Monte Grande otra vez.
Por: Virgilio Gautreaux P.
Hay un consenso generalizado en
toda la Región Enriquillo: la Presa de Monte Grande es la obra
prioritaria número uno del Valle de Neyba. No se trata de una autopista,
un Metro, un parque de diversiones o una serie de elevados. Hablamos de
una infraestructura que generará mucha riqueza, mucho empleo y atraerá
inversiones.
La puesta en marcha de Monte
Grande y su sistema de canales y generación eléctrica, estimulará nuevas
agroindustrias, clústers de exportación, cooperativas de productores y
asociaciones de pescadores. También creará nuevas rutas comerciales que
llevarán y traerán mercancías de origen agrícola, industrial, del hogar y
de consumo general.
Cuando los sureños reclamamos a
viva voz la reanudación de los trabajos de construcción de la Presa, lo
hacemos conscientes en que además de los beneficios anteriormente
citados, la expansión de la producción creará nuevos empleos ligados al
transporte de materias primas, agroquímicos y productos terminados. La
comercialización de estos rubros, también generará un importante volumen
de empleo…….y ganancias.
Los medios de comunicación de
nuestra región y la prensa nacional, en diferentes ocasiones han
revelado que la Presa eliminaría las graves inundaciones que por siglos
arruinaron los productores agropecuarios del Valle de Neyba. Con la
seguridad de que no perderán sus cosechas, los agricultores y ganaderos
mejorarán sus fincas y predios, por lo que aumentarán las inversiones y
la generación de empleos. Son múltiples y diversificados los efectos
multiplicadores positivos que impulsa la construcción y puesta en marcha
de este complejo hidráulico-productivo.
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Ya se ha divulgado que junto a la obra principal se construirán
una serie de canales y se repararían los existentes, a los fines de
aumentar el área bajo riego, lo que incrementará la productividad de
productores agropecuarios que estarían siendo entrenados en nuevas
técnicas de regadío.
Los estimados preliminares
contemplan incrementar la superficie regada de 375 mil tareas a 545 mil
tareas, es decir, que tendremos unas nuevas 170 mil tareas en
producción. Esto posibilitará que la producción agrícola pasará de unas
800 mil toneladas métricas, a casi 2.4 millones de toneladas métricas.
Los rubros que tendrán mayores niveles de producción serían plátano,
caña, frutales y vegetales, todos excelentes generadores de ingresos y
empleos.
Es relevante mencionar que en el
embalse de la presa pueden desarrollarse jaulas para la crianza de
diferentes especies de peces y camarones, lo que contribuye al combate
de la miseria que azota muchos lugareños. Debemos recordar también que
este embalse y su entorno reforestado será un atractivo turístico.
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Por consiguiente, de lo que se
trata es de una obra de gran impacto económico y social en una de las
zonas más deprimida económicamente de la República Dominicana. Se trata
de centenares de miles de dominicanos y dominicanas que desean una vida
digna, hogares dignos y trabajo digno. El reciente Mapa de Pobreza del
país, elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y
Desarrollo, revela que muchas de las carencias nacionales se concentran
en la Región Enriquillo.
Es bueno recordar que los habitantes del Valle de Neyba fueron
pacientes cuando se les dijo que después que se realizaran una serie de
reparaciones en las presas de Sabaneta y Sabana Yegua, le tocaría “su
turno” a la Presa de Monte Grande.
Aunque determinados indicadores
globales nacionales “han mejorado”, en nuestro Sur nada ha cambiado. Por
el contrario, aumentan los flujos de jóvenes que huyen despavoridos de
la miseria creciente que asola nuestra región. La percepción de que las
cosas no cambiarán y la ausencia de perspectivas personales, explica la
estampida de una juventud, especialmente la de mejor formación. Esto
significa un trágico proceso de descapitalización de cerebros que en un
futuro cercano harán falta en estas zonas.
La gente de Barahona,
Pedernales, Jimaní y Neyba , saludan y se enorgullecen de las
importantes obras de infraestructuras y urbanas que actualmente el
Gobierno realiza en las provincias hermanas San Juan de la Maguana y
Azua. También ven positivo que las planicies de ambas demarcaciones sean
objeto de nuevos programas de desarrollo, financiamiento oportuno y
programas financiados con fondos internacionales. También nosotros
respaldamos las nuevas obras que anunció hace pocos días el Ministro de
Obras Públicas a realizarse este año en San Juan de la Maguana. Sin duda
alguna, las reparaciones en las dos presas de la citada provincia,
redundarán en incrementos significativos de la producción de Azua y San
Juan. Cambios económicos y sociales positivos se han observado en estas
demarcaciones en los últimos años.
Esta situación contrasta con lo
ocurrido en varias zonas de la Región Enriquillo. Actualmente está
paralizada no solo la Presa de Monte Grande. También están detenidos los
trabajos de las carreteras Azua-Barahona y Barahona-Enriquillo. Tampoco
hay labor alguna en la construcción de los Paradores de los Balnearios
El Quemaíto y Los Patos.
Bahía de las Aguilas continúa en
una especie de “limbo jurídico” a pesar de los supuestos avances para
derribar los obstáculos que se interponen en la explotación sostenible
de sus recursos de mar y paisaje, lo que contribuirá a paliar las
penurias de miles personas que en Pedernales sucumben en la miseria más
espantosa. Las ricas tierras de gran potencial de la Sabana de Sansón,
también aguardan la asistencia gubernamental. La gente de Boca de Cachón
tiene problemas con la calidad del agua que consume, los asentamientos
no arrancan y el hambre crece en medio de lindas viviendas recién
construidas, que algunos lugareños han bautizado como verdaderas “jaulas
de oro”. La gente de Tierra Nueva, El Limón y los Pinos del Edén,
también están pasando penurias en medio-de lo que perciben-un abandono
de las autoridades oficiales y algunos legisladores de la provincia
Independencia.
Retomando el tema central de
estas notas, los sureños tenemos la obligación de crear una poderosa
coalición desarrollista en apoyo a la reanudación de los trabajos de la
Presa de Monte Grande. En esta jornada, las fuerzas vivas de la Región
Enriquillo tienen la importante tarea de llamar la atención del Poder
Ejecutivo, del Poder Legislativo y de la comunidad nacional, sobre la
importancia estratégica que para centenares de miles de dominicanos,
tiene esta infraestructura hidráulica.
Hasta ahora, los sureños sólo
hemos visto uno o dos legisladores de la Región Enriquillo clamando por
la reanudación de los trabajos paralizados. Incluso, congresistas de las
provincias que recibirán los mayores beneficios de la presa, han sido
bastante tímidos frente a una obra de tanta importancia económica y
social, para aquellos que los llevaron a la posición que hoy ostentan.
De igual modo, los Blogs y otros
medios electrónicos de comunicación de las provincias de Barahona,
Bahoruco e Independencia, deben emprender una verdadera cruzada
desarrollista en apoyo a la obra más importante de la Región Enriquillo
en la primera mitad del siglo XXI.
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