http://opinionsurdigital.blogspot.com/2015/01/benny-rodriguez-republica-dominicana-no.html
Benny Rodríguez
bennyrodriguezm@gmail.com
La República Dominicana, como
está definido en su Constitución y como lo concibió el más grande de los
dominicanos: Juan Pablo Duarte y Díez, no hace ningún tipo de
concesiones en lo relativo a su soberanía. Mucho menos aceptar que
terceros países quieran imponerle o decirle cuál debe ser su política
migratoria. Eso, decidir quién o quiénes son dominicano solo nos compete
a nosotros y a nadie más.
La problemática, generada en
principio, no por la decisión soberana del país de regular el status
migratorio y decida quién o quiénes deben estar en su territorio, sino
por el despojo de la nacionalidad a una apreciable cantidad de
dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana, toma un curso que
preocupa.
Hemos visto como en los últimos
días y a raíz de la situación inaceptable ocurrida en el lado haitiano
de Anse-A Pitre, por el punto fronterizo de Pedernales, han entrado al
debate voces que más bien incitan no a la búsqueda de una solución
pacifica y amigable, sino a la toma de las armas contra el pueblo
haitiano.
El Cardenal Nicolás de Jesús
López Rodríguez, es uno de ellos, quien en unas declaraciones que dicen
mucho de su misión como mensajero de Dios, cuyas acciones deberían estar
orientadas a la promoción de la paz y a la convivencia pacífica entre
haitianos y dominicanos, pero, en cambio, llama al presidente a ser
firme frente al problema.
Fritz Cinéas, embajador de Haití
en el país, metió la pata y ofreció unas declaraciones que ofenden a la
prensa nacional, cuya misión, es preciso recordar, es dar a conocer los
hechos para mantener informada a la opinión pública local y global.
Debe pedirnos perdón por sus destempladas consideraciones.
No quiero hacer conjeturas, pero
el incendio de dos viviendas, propiedad de igual número de familias
haitianas en batey Altagracia, Fundación, por parte de desconocidos,
podría estar motivado por ese llamado al presidente Danilo Medina a
actuar con firmeza por parte del purpurado católico.
El autor es periodista y secretario general del CDP en Barahona